lunes, 10 de mayo de 2010

Los números de La Salada

En una nota aparecida hoy en el diario Perfil sobre La Salada, se referencian los números que aparentemente se moverían en el lugar como consecuencia de la comercialización de los productos que allí se ofrecen a la venta. La verdad es que no solo impactan sino que sorprenden, ya que la evolución que aparentemente habrían sufrido los mismos en los últimos años ... no guardan ninguna relación con lo que venía sucediendo u ocurre en otros sectores.
Asi, recordemos, no hace tanto tiempo atrás, se mencionaba que La Salada movía una cifra cercana a los Mil doscientos millones de pesos al año. En esta oportunidad, sugieren que las ventas actuales representan Mil doscientos millones de pesos cada treinta días. Es decir, Quince mil millones de pesos al año. Cierto es que estos números no se compadecen con los que reflejaba la nota del diario Iprofesional del mes de enero de este año; allí se mencionaba que las ventas mensuales rondaban los Dos mil setecientos millones de pesos, lo que implica que se superaban los Treinta mil millones de pesos al año. Vale decir, el doble de dinero entre una nota y otra.
Sea cual sea la realidad, lo cierto es que los números son ciertamente movilizadores, sobre todo si tenemos en cuenta que las ventas anuales de los shoppings durante el pasado año, a estar a la información brindada por Perfil, ascendería a tan solo Ocho mil quinientos millones de pesos.
Lo lamentable, es que mucho de ese dinero provenga de la falsificación de marcas, y que este dato se lea como algo natural, como si fuera normal o como si esto no fuera un delito penal. Muy recientemente, una sentencia de la Cámara del Crimen absolvió a una persona a la que se había encontrado en la vía pública comercializando CDs, falsificados, bajo el argumento que el tipo penal "tenía una apariencia de permisión"; luego el imputado pudo creerse con derecho a comercializar este tipo de producto espurio. Si leemos los distintos razonamientos que se vuelcan en la nota que vengo referenciando de Perfil, el argumento del Tribunal de Alzada seguramente no aparecerá tan distante del común denominador del pensamiento social que esboza la nota. Siempre se encuentra alguna excusa para justificar la conducta, tanto de quién falsifica como de quién adquiere el producto falso. Para ambos hay justificativos. Desde ya que este no es mi punto de vista y no puedo compartir semejantes conclusiones.
Tampoco puedo coincidir con lo que se menciona en la nota, respecto que la falsificación de zapatillas vendría de afuera. Con tan solo leer la nota del periodista Hernan Zin se advertirá lo equivocado de esa afirmación. Y mucho menos compartir el porcentual de productos en infracción que manifiestan se venderían en la feria.
Desde lo jurídico, la violación a la ley de marcas es un delito, y asi debe interpretárselo. Tratados Internacionales comprometidos por nuestro país asi concuerdan y castigan la infracción. Luego, reconozcamos de una vez por todas que las violaciones a los derechos de propiedad que resguardan las leyes 22.362 y 11.723 importan infringir la legislación vigente y son delitos de orden público. Y asi debe de valorarselos e interpretárselos, y terminar con justificaciones que no responden ni al verdadero orden social ni a la realidad jurídica.
RJ

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