martes, 28 de octubre de 2008

Medicamentos falsos sin sanción penal


Acaba de publicar Infobaeprofesional, en la sección Abogados un artículo escrito por mi querido amigo el Dr. Enrique Lisandro Cabo, en el cual desarrolla lo que viene suscediendo en nuestro país con la falsificacuión de medicamentos... o mejor dicho lo que no sucede y debiera suceder.
A continuación, les transcribo la nota.
Fuerte abrazo a todos,
RJ


Abogados Martes 28 de Octubre de 2008


Advierten que la falsificación se extiende a los medicamentos
Publique su comentario

Lisandro Cabo, socio de Porcel & Cabo destaca este problema y comenta la poca efectividad de la ley para penar ese delito. ¿Cuáles son sus consecuencias?



Las personas mueren. El destino final de cada uno es la muerte. Las personas mueren de infinidad de factores. Desde la muerte natural, producida obviamente por la vejez y el transcurso de los años, hasta enfermedades de todo tipo y color, accidentes, etc.



En el caso de las enfermedades, los humanos han desarrollado a lo largo de los siglos y de manera cada vez mas sofisticada, medicamentos que atacan las causas que las producen y que evitan, en muchos casos la muerte.

Científicos brillantes y laboratorios dispuestos a invertir sumas astronómicas una vez efectuado el descubrimiento del remedio son los encargados de llevar mayor prosperidad a la salud de las personas, sobre todo en los últimos sesenta años de la humanidad en donde los logros son extraordinarios.

Sin embargo, existe, como en todo, el lado oscuro de la humanidad. Los mercaderes de la muerte. Aquellos que aprovechándose de la necesidad para la cura o la morigeración de enfermedades falsifican remedios y se enriquecen con ello.

Si se hace un poco de memoria, hasta hace unos cinco años, la falsificación de medicamentos era un tema aislado y prácticamente inexistente.

Hoy la gente muere, se enferma aún peor de lo que está o no logra curar una enfermedad por estar consumiendo, sin saberlo y a grandes escalas medicamentos falsificados.

Porque si bien la falsificación es un problema mundial, conforme ya nadie ignora a esta altura, no es menos cierto que quien consume un producto falso, a sabiendas o no, está causando un perjuicio económico a la marca que lo fabrica y cometiendo un delito. Pero esa falsificación, delito grave, no mata personas, por lo menos de manera directa.

La falsificación de medicamentos, no su adulteración, que son dos cosas bien distintas, mata gente. Cada vez más. O las enferma de manera irresoluble.

La diferencia es que, en la falsificación de medicamentos, el consumidor cree estar comprando a ciencia cierta el medicamento que lo cura o mitiga su dolencia. No cree que compra una cartera trucha o un reloj parecido, a sabiendas que viola la ley, pero cuya violación no supone tan grave.

En la falsificación y comercialización de medicamentos, las reglas del ilícito cambian. Aquí mata personas. Ya no economías.

El resultado hoy en la Argentina, es exactamente idéntico para quien falsifica un medicamento que para quien falsifica un producto comercial. No hay punición para el falsificador.

La ley 22.362 que abarca a los falsificadores no tiene punición real ni para unos ni para otros.

La falsificación de marcas no está perseguida penalmente y la ley que la contempla a partir de su art. 31, la 22.362, es una herramienta tan ineficaz para la persecución de la falsificación que es posible que se falsifiquen toneladas de medicamentos y los falsificadores, al ser atrapados, terminen en una probation o suspensión del juicio a prueba, pagando, en el mejor de los casos, una multa de $136.

Esto es lisa y llanamente, de no proceder ya a modificarse la ley 22.362 en su parte penal, otorgar licencia para matar a quienes falsifican medicamentos en Argentina.

Algo que parece nuevo, pero que ya viene con fuerza desde hace varios años y que, de no ponerle una barrera legal ya, se llevará cientos de vidas sin responsabilidad alguna para los asesinos que se las cobren.

Enrique Lisandro Cabo.
Porcel & Cabo Abogados.

3 comentarios:

Escritorio Jurìdico Andrea & De Leòn dijo...

Saludos al Dr: Roberto Porcel y asi tambièn al Dr: Enrique Lisandro Cabo, el asunto que tratan aquì es de Especial significaciòn porque es donde la FALSIFICACION y LA SALUD COMO ASUNTO DE ESTADO SE ENCUENTRAN, puede acaso un Estado por muy liberal que sea hacerse la vista Gorda ante un problema tan grave, ¿cuanta gente compra estos Medicamentos Fasificados creyendo que compra el original? La gente compra un medicamento no por moda sino por necesidad, inclusive por asunto de vida o muerte, simplemente si no lo toma su vida puede estar en riesgo ¿entonces? como puede un Estado Latinoamericano y digo latinoamericano porque veo la regiòn como una sòla en torno a este problema porque esos Medicamentos Truchos circulan libremente por todo el continente ¿para ellos si existe el libre comercio? no podemos seguir aceptando esta grave irregularidad la literatura Mundial esta inundada de casos de Consumidores incautos que toman este tipo de PRODUCTOS MEDICOS FALSIFICADOS que en el mejor de los casos han tenido que ser internados de emergencia por efectos y reacciones adversas generadas por el engaño al que han sido sometidos de consumir una sustancia NO CERTIFICADA ,NI MUCHO MENOS GARANTIZADA PARA UN USO SEGURO , es tan grave que sòlo voy a citar un ejemplo: LAS INYECCIONES DE ALCACHOFA (CHOPITOL) como producto de Adelgazamiento vendida libremente en el Mercado (Sin Prescripcion) se hizo famosa por ser un QUEMADOR DE GRASA hasta ahì todo bièn , pero luego vinieron los falsificadores imitaron la caja, el envase y colocaron una subtancia cualquiera en la ampolleta RESULTADO: Un numero de personas bastante grande resultaron QUEMADAS POR LA SUSTANCIA EXTRAÑA, otras Envenenadas y otras sufrieron NECROSIS importantes en regiones extensas del cuerpo; me pregunto , ¿ESTO NO ES PARA QUE LOS GOBIERNOS ACTUEN CON CELERIDAD? hasta cuando!!!, nosotros creemos que en el problema de falsificaciòn de Medicamentos hata que no se pruebe lo contrario hay una obvia Responsabilidad Compartida LOS MEDICAMENTOS DEBEN ESTAR CONTROLADOS por lo que està en Juego la Salud y la vida de la Gente,LOS GOBIERNOS DEBEN HACER GUERRA contra LA FALSIFICACION DE MEDICAMENTOS, no queda Otra salida inmaginemos por un instante que LA FALSIFICACION DE MEDICAMENTOS llegue al campo de Medicamentos de consumo Masivo como por ejemplo LA ASPIRINA los resultados podrian ser catastroficos y a niveles epidemicos, CREO QUE LA FALTA DE PENALIDAD a estas alturas de la Historia es imperdonable por eso la necesidad de SANCIONES PENALES ejemplarizante para que la delincuencia Organizafa migre de esta actividad porque lo que esta en Juego es la Vida del Consumidor Incauto. Buenisimo el articulo deberiamos hacer campaña porque este asunto es demasiado delicado. Felicitaciones y saludos a todos los amigos del Blog.

Cordiales, Saludos !!!

Dr: Gilberto Antonio Andrea Gonzàlez
ABOGADO-U.C.A.B.

Roberto Porcel dijo...

Es un gusto como siempre tenerlos presente con sus opiniones en el blog.
Comparto que el problema de los medicamentos es algo cada vez mas serio.
En el caso de nuestro país, estamos en este mismo momento desandando una causa como consecuencia de la "efedrina" que está poniendo en evidencia lo que está acontenciendo alrededor de la falsificación de medicamentos y de la adulteración de los mismos.
Al mismo tiempo, revela este proceso que el contrabando y el narcotráfico son delitos que inexorablemente acompañan al fraude marcario. Luego, doblemente peligroso. El peligro intrínseco para la salud por un lado, y el que proviene del narcotráfico por el otro.
En fin, hay que seguir insistiendo con el tema y bregando por una reforma en su aspecto penal a la ley de marcas.
Un muy fuerte abrazo desde este rincón del continente,
RJ

Anónimo dijo...

Estimado Gilberto:
Muchisimas gracias por su participación y continuo aporte intelectual y jurídico.
Hay una nueva causa de muerte y enfermedades en el mundo. La falsificación de medicamentos.
Una nueva lucha nos espera.
Por suerte, siempre tenemos magnificos aliados como ustedes que luchan codo a codo con nosotros.
Un abrazo grande.
Dr. Enrique Lisandro Cabo.